OLAS DE CALOR:
Posibilidad de aumento de costos de energía, apagones e impactos en la fuerza laboral.
Instalación de sistemas de enfriamiento, utilización de fuentes de energía renovable y brindar hidratación y descanso adecuados para los trabajadores.
INUNDACIONES:
Daños potenciales a la propiedad y los edificios, infraestructura comprometida, interrupciones comerciales y daños a los productos.
Implementación de medidas de protección contra inundaciones como barreras, bombas y sistemas de drenaje, junto con planes de contingencia para transporte y almacenamiento alternativos.
VIENTOS EXTREMOS:
Daño físico a la infraestructura y edificios, pérdida de la producción debido a daños directos e impactos en las materias primas y productos.
Reforzamiento de estructuras, asegurando materiales y equipo, así como contar con generadores de energía de respaldo.
TORMENTAS ELÉCTRICAS:
Interrupciones de negocio debido a tormentas eléctricas.
Utilizar sistemas de protección contra sobretensiones en todos los equipos eléctricos y electrónicos críticos.
SEQUÍAS::
Reducción del suministro de agua e incrementos en los costos e impactos en la calidad y cantidad de productos.
Reducción del consumo de agua, reutilización y reciclaje de agua, junto con inversiones en tecnologías y prácticas de eficiencia hídrica.